MEJORAR LAS CICATRICES

Cómo mejorar la estética de las cicatrices

Cómo mejorar la estética de las cicatrices

Las cicatrices son lesiones comunes en la piel. Estudios médicos aseguran que aproximadamente el 16% de la población mundial tiene alguna cicatriz como consecuencia de cortes, heridas, brotes de acné o enfermedades como el sarampión.

Estas se producen como resultado de la reestructuración del tejido dérmico mediante la regeneración del epitelio con la producción de colágeno. Mejorar su estética requiere la consideración de diversos factores, como la profundidad de la marca, si existe buena circulación y el tipo de cuidados que la piel debe recibir.

Fases de la cicatrización

El proceso de cicatrización comienza inmediatamente después de la aparición de la lesión en el tejido afectado y se divide en tres fases secuenciales, conocidas como inflamatoria, de proliferación y maduración. 

En concreto, el cuerpo humano experimenta el proceso regenerativo durante los primeros diez días, mientras que la fase de maduración puede extenderse hasta por un año.

En la etapa inflamatoria el tejido experimenta el proceso de coagulación, en el cual se produce la liberación de plaquetas, leucocitos y agentes macrófagos. Estos tres componentes ayudan a detener la pérdida de sangre y combatir las bacterias. 

También es común que durante este periodo la herida presente ciertas características, como la pérdida de función, sensación de calor y enrojecimiento.

Durante la proliferación empieza la producción de fibroblastos, por lo que la herida empieza a recuperar parte de la consistencia perdida. En esta etapa se produce la angiogénesis o neovascularización, donde las células endoteliales migran a la herida abierta. 

Adicionalmente, también se produce la formación de tejido granular y epitelial, hasta llegar a la fase de contracción.

Por último, en la fase de maduración se inicia la producción y degradación de colágeno, además de la restauración de tejido. Esto significa que las fibras de colágeno se organizan, lo que produce la normalización de la dermis.

Tratamiento y corrección

En la actualidad existen numerosos recursos para el tratamiento de cicatrices, que reestructuran la piel mediante técnicas no invasivas y ambulatorias. Para una mejor recuperación, resulta indispensable que el personal médico conozca la evolución de la herida, a fin de iniciar el tratamiento que sea más conveniente.

En las cicatrices que tienen cierta profundidad es posible utilizar técnicas como la dermoabrasión, que elimina tejido superficial mediante el uso de un pequeño cepillo de alambre y la lipoinyección, que consiste en una inyección de grasa en la zona afectada. 

Ambos procedimientos resultan ideales para tratar secuelas de acné severo. Otras, como la zetaplastia, funcionan bien cuando existen marcas más profundas, ya que permite reposicionar la herida, guiándose por las líneas naturales de la piel.

En caso de que la cicatriz sea producto de un procedimiento quirúrgico, sugerimos incluir también sesiones de fisioterapia, a fin de lograr una modificación permanente en el resultado post-operatorio. 

Los masajes y ciertos elementos, como la radiación electromagnética y la aplicación de luz LED o termoterapia, contribuyen a la movilización del tejido, y así evitar el trofismo.

En el caso de las cicatrices ocasionadas por quemaduras, una dieta rica en proteínas, y el uso de pomadas cicatrizantes pueden mejorar significativamente el proceso de recuperación del área afectada. A nivel quirúrgico, se recomienda el injerto de piel en casos severos.

Cuidados post intervención

La corrección de cicatrices es un procedimiento ambulatorio que no requiere hospitalización. Sin embargo, recomendamos guardar algunas precauciones para que el resultado sea exitoso.

  • Evitar el ejercicio físico extremo. La zona corregida permanecerá sensible incluso después de alcanzar la fase de maduración. Sugerimos evitar movimientos bruscos, a fin de garantizar una buena recuperación.
  • Tras la corrección el paciente usará vendaje compresivo. De esta manera se evitarán inflamaciones y sangrado. En caso de existir suturas, estas deben permanecer limpias y desinfectadas.
  • En caso de edemas se sugiere el drenaje linfático. Para esta opción aconsejamos acudir a un fisioterapeuta cualificado, quien determinará el número de sesiones que se deban realizar.

Es necesario señalar que el procedimiento para mejorar la estética de una cicatriz puede variar según el paciente y que en la evaluación previa a la intervención, el médico debe tener en cuenta el tamaño, la profundidad y el lugar en el cual se encuentra la marca. 

Después de la intervención, el paciente debe esperar hasta que transcurra el proceso de maduración para apreciar los resultados definitivos.

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